El cabello y la edad

Por Lic. Zurihelly Casiano Montes

A medida que los hombres y las mujeres envejecen, sus cuerpos enfrentan cambios biológicos, de forma interna, en funciones de órganos y sistemas, y de forma externa, siendo más visibles que los otros reflejados en la apariencia física. Siendo el cabello una extensión del cuero cabelludo, realiza funciones importantes para la cabeza, protegiéndola y termorregulandola.

Aparte de adornar el físico de las personas y enmarcar el rostro, el cabello también tiene un papel revelador y sobresaliente en cuanto a demostrar cómo avanzan los años en el ser humano. Éste tiende a perder su brillo, a tornarse gris, debilitarse en ciertas zonas y crecer más en otras, aunque cada caso puede tener sus excepciones.

Las canas son probablemente el signo más visible del envejecimiento, el cabello generalmente empieza a encanecerse cerca de los 30 0 40 años, pero esto varia dependiendo del origen étnico de la persona y su genética. 

La pérdida de color en el cabello es meramente un fenómeno que se da debido a que los melanocitos que se encuentran el folículo piloso producen menos melanina, es decir pigmentos, sin embargo existen otras causas que fomentan el encanecimiento, como:

  • El estrés, el cual demerita el estado sano del cuerpo en general

  • Fumar, que merma la eficacia del sistema circulatorio y por consiguiente perjudicar a la correcta nutrición capilar debilitando al cabello y haciendo que pierda su color natural.

  • La herencia genética, que acelera o retrasa la manifestación de las canas. Por ejemplo: ocurre a edades más tempranas en los individuos blancos y a edades más tardías en las personas de origen africano o asiático.

  • Alimentación desbalanceada, ya que la ingesta de una dieta incorrecta priva al cuerpo de nutrientes esenciales. Por ejemplo: en algunos casos, el encanecimiento prematuro se produce en niños por anemia, en mujeres por falta de vitamina B12 y deficiencias de cobre mineral

Algunas recomendaciones para prevenir el encanecimiento prematuro son

  1. Realizar un masaje diario al cuero cabelludo, ya que activa la circulación, permitiendo que el cabello esté más fuerte y genere las sustancias que necesita.

  2. Consumo de alimentos altos en cobre mineral como: habas, espinacas, moras, piña, granadas, almendras y semillas de calabaza. 

  3. Evitar el consumo de sustancias adictivas degenerativas, como la nicotina y el alcohol.

Fuente: Cambios de color. (2010) Laura Escolano y Amparo Tejedor. Editorial: Video Cinco.